Su alma quedó atada al corazón de un ave. Paula Ahumada
Una niña busca a su padre, ahora él es parte del bosque y para encontrarlo, ella ha de adentrarse en el bosque también. Debe analizar el micelio, ser árbol, jugar con los líquenes y escuchar los ecos de los pájaros para vivir su duelo y entender que la muerte de su padre es parte de esa red de la vida.
Paula Ahumada
Xalapa, Veracruz, México
Paula Ahumada (1997) nació y creció entre las montañas de Bogotá, Colombia. A los 20 años se fue a México a estudiar fotografía en la Escuela Activa de Fotografía (E.A.F), allí conoció a Gladiola Espinoza, de quien aprendió el potencial del autorretrato como un puente entre lo imaginario y lo simbólico. Para ella, la fotografía es una acompañante y guía de sus procesos internos y de mapeo identitario, también es oráculo e intuición, acto místico y proceso espiritual. Su trabajo se enfoca en lo autorreferencial donde construye narrativas a través de la intimidad, la memoria, su condición como mujer y las relaciones simbióticas en la naturaleza. Estos conceptos le han permitido desarrollar hilos reflexivos como parte fundamental en sus proyectos. Ha colaborado con la revista Acequias de la Universidad Iberoamericana Laguna (U.I.A. Torreón, Coahuila). Ha expuesto su trabajo de manera colectiva en la galería La Candela de la E.A.F. CDMX, y en la tercera edición de FRANZISKA. Encuentro Internacional de Imagen en Movimiento (2021). Cursó Proyecto Imaginario 2020-2021 con su proyecto “Su alma quedó atada al corazón de un ave”. Actualmente vive y trabaja en Xalapa, Veracruz (México).