Atravesados por el ritmo pujante del presente, dejamos de lado las respiraciones inquietas para refugiarnos en los engranajes, tan bellos engranajes, que son las instancias liminales.
Nos sumergimos en las profundas aguas de los procesos. Vigorizamos los lapsos de creación como latidos que hacen a un cuerpo vivo, habitamos el enredo, un lugar intrincado pero cobijado, respirable como, tal vez, un abrazo.
Allí nos reconocemos con y entre otrxs. Nos encontramos entre cuadernos que desnudan pensamientos enrevesados, preguntas que no se embarcan en la necesidad de completarse con respuestas.
¿Qué cuerpo configuramos entre todxs? ¿Cómo es nuestro reflejo? ¿Cómo se escuchan 19 latidos?
Éramos Muchos no es la evidencia de varios, sino la vitalidad de un todo hecho con la fuerza de múltiples singularidades. Proyectos con memoria; textos, notas, audios, videos que se hilvanan para tejer una nueva materialidad colectiva.